martes, 10 de septiembre de 2013



" El ciclo de los Muros "

" Dicen que con el tiempo te vas haciendo fuerte, tras salir de batallas internas producidas por la amistad o el amor, cuyo objetivo consiste en olvidar y avanzar. Con cada paso que damos para alcanzar la meta de la vida, van muriendo y naciendo sentimientos y emociones, de esta manera escribimos nuestro pasado.
De lo vivido, dividimos entre bueno y malo, en rachas positivas, nos encontramos en un bienestar emocional capaz de hacernos sentir que podemos con todo. En cambio, en rachas negativas, nos sentimos perdidos, desorientados al ver que no merecemos lo que nos pasa, que no merecemos sufrir, y la mejor manera de salir es asumir que esto forma parte de la vida, porque si al mal tiempo se le pone buena cara, del daño recibido seremos capaces de sacar el mejor consejo que nadie jamás podrá darte.
Algunas personas viven con secuelas y cicatrices, de aquellos tiempos en los que sufrieron tempestades violentas, y no creo que haya nadie que al recordar el sufrimiento, no sienta algo de mido y escalofríos. Yo, soy una de esas personas, que he aprendido a vivir con ello, construyendo muros del material más resistente que existe, para protegerme de los rayos más feroces de las tormentas, temiendo que lleguen al corazón.
Cuantos más muros, menos sentimientos, voy enterrando emociones, ganando seguridad y frialdad a la vez que pierdo sensibilidad, peso y fuerza, propiciando la dejadez y la desilusión, existiendo la posibilidad de caer en mi propio descontrol. Parece que te quedas sin sentimientos, sin personalidad, parece que te conviertes en un ser inerte...
Pero al haber vivido varias veces esta situación, uno aprende a no perder la calma, y sabe llevar la mejor estrategia y a desarrollar lo aprendido, ... Hasta que llegue un nuevo rayo que consiga partir los esquemas y murallas que hay dentro de mí, arrasando con todo, impulsando la restauración completa de mi ser."

martes, 19 de marzo de 2013


 "Todo por nada"

“Dicen que en estos tiempos que vivimos, la fortaleza y valentía de un padre y el amor y ternura de una madre, pueden con todo. Personas honradas, que, cada día se levantan muy temprano para ir al trabajo, para que a sus hijos no les falte de comer. Así va la rutina de hoy en día, los familiares se apoyan entre sí ayudándose unos a otros a sobrevivir, porque la mayoría de las personas no están para lujos. Aparentemente, más o menos, todo normal. Pero  de repente, empiezan a venir malas rachas económicas, no llegar a fin de mes, facturas no pagadas, deudas, lágrimas, miedo...
En casa, se escucha cada vez con más frecuencia: " hay que apretarse el cinturón, hijos míos." Cinturón o soga, da igual el nombre, cada vez te va faltando mas y más el aire, los días son bucles de sentimientos relacionados con la impotencia. A eso, súmale el sufrimiento de cargar con una realidad, la cual, los padres intentan mantener oculta, porque siempre es mejor ver una sonrisa inocente en la cara de un niño.
Llegamos al momento en el que la situación se vuelve insostenible, todo ello reflejado en una hipoteca sin poder pagar, más facturas, y una carta del banco la cual habla del embargo de la casa en la que viven, y posterior desahucio. Claro, tal realidad, es imposible de ocultar, por lo que no queda otra de decir las cosas como son, decir la verdad aunque mate.
Poneros en la piel y en las lágrimas de unos padres, que tienen que matar la inocencia de su hijo diciéndole: “Hijo, hoy dormimos en la calle”. Se cae al suelo mi alma rota en pedazos.
Eso por un lado, por otro, fíjate en la mirada de un niño al escuchar tales palabras, unos ojos apunto de romperse en cristales, expresando la tristeza al sentir una parte de lo que sienten quienes le criaron.
Pero aun así, no se rinden, los padres piden solidaridad en forma de dinero o alimentos, en el Cercanías o en la puerta de un supermercado, trayendo para sus hijos algo para darles de comer, porque a ellos, no les importa pasar hambre.
Casi sin fuerzas, el amor hacia alguien querido te da siempre un plus de energía, por lo que buscan medios materiales como cartones o mantas para combatir el frío, y, si tienen suerte algún colchón, todo ello para sentirse un poco mejor dentro de la cruel situación. Su lucha diaria a veces les da que pensar, preguntándose si merecen estar así, si algún día podrán volver a la normalidad…Incluso, puede llegar a sentirse inútiles y fracasados en esta vida, pero para mi son héroes.
Os aseguro que muchas personas jamás creerían verse en una situación así, en una situación en la que cuestión de tiempo, tu vida da un vuelco inimaginable, y es que, el problema del futuro es que ya no es lo que era, “Todo por nada”.

viernes, 11 de enero de 2013

" La realidad interior"

" Pasan los años, pasa el tiempo, y te das cuenta de que no sólo eres tú el que crece. Todo tu alrededor crece a la par que tú. En mi caso, mi alegría y mis ganas de vivir al máximo aumentan, pero a su vez, crece un sentimiento de inutilidad por no llegar a cumplir con objetivos personales y metas, crece esa frustración por no poder cumplir el sueño de mi vida y me llena de impotencia, a veces me entristece.
Muchas personas, cada una en su caso, puede que sientan esa especie de Yin Yang en su corazón, e incluso algunos, en momentos, son incapaces de aceptar la realidad tal y como es, como yo, y verse incapaz de cambiar la realidad y las circunstancias es de las peores sensaciones que siento a veces.
Entonces, llega el momento de cerrar los ojos, poned fe en vuestro sueño y veros  capaz de cumplirlo, y dejad volar vuestras mentes con una instrumental de fondo. Llega un momento en el que ni si quiera sentiréis vuestro cuerpo, y ahí, es cuando cada uno empieza a construir su "realidad interior".
Es esa realidad perfecta que a personas como yo, nos permite sobrevivir, es esa realidad que me aporta personalmente la tranquilidad para pensarme las cosas dos o tres veces antes de actuar,esa realidad idealizada que a todos nos gustaría vivir, en la que imaginamos y recordamos momentos.
Todo ello se va almacenando en mi pecho, y se va haciendo más más y más grande ese mundo, cada vez que en mi camino me encuentro con personas a las que suelo decir, que son increíbles. Para mí, esas personas son mi familia y amigos, y son tan importantes, que al fin y al cabo han sido las que me han enseñado lo que es el valor, lo que significan las lágrimas los abrazos y las sonrisas, eso que... a más de uno llena interiormente, y por ello, cada uno es un trozo de mi felicidad. 
Por eso, pienso, que la existencia de alguien querido debe valorarse con la propia vida de uno mismo. Bajo mi punto de vista, de puertas para fuera creo que llevo una vida standart, pero de puertas hacia mí, no me puedo quejar de nada, ya que admiro el valor de las cosas pequeñas y grandes que componen mi ser y mis circunstancias, y hacen que mi vida sea un lujo.
Creo que la mayoría de las personas, se paran a reflexionar en algún momento de sus vidas, buscando un lugar donde poder tomar un descanso, un lugar apacible, donde poder disfrutar de los éxitos personales y aprender de los fracasos para mejorar, ese lugar al que yo llamo, " La realidad interior".