martes, 19 de marzo de 2013


 "Todo por nada"

“Dicen que en estos tiempos que vivimos, la fortaleza y valentía de un padre y el amor y ternura de una madre, pueden con todo. Personas honradas, que, cada día se levantan muy temprano para ir al trabajo, para que a sus hijos no les falte de comer. Así va la rutina de hoy en día, los familiares se apoyan entre sí ayudándose unos a otros a sobrevivir, porque la mayoría de las personas no están para lujos. Aparentemente, más o menos, todo normal. Pero  de repente, empiezan a venir malas rachas económicas, no llegar a fin de mes, facturas no pagadas, deudas, lágrimas, miedo...
En casa, se escucha cada vez con más frecuencia: " hay que apretarse el cinturón, hijos míos." Cinturón o soga, da igual el nombre, cada vez te va faltando mas y más el aire, los días son bucles de sentimientos relacionados con la impotencia. A eso, súmale el sufrimiento de cargar con una realidad, la cual, los padres intentan mantener oculta, porque siempre es mejor ver una sonrisa inocente en la cara de un niño.
Llegamos al momento en el que la situación se vuelve insostenible, todo ello reflejado en una hipoteca sin poder pagar, más facturas, y una carta del banco la cual habla del embargo de la casa en la que viven, y posterior desahucio. Claro, tal realidad, es imposible de ocultar, por lo que no queda otra de decir las cosas como son, decir la verdad aunque mate.
Poneros en la piel y en las lágrimas de unos padres, que tienen que matar la inocencia de su hijo diciéndole: “Hijo, hoy dormimos en la calle”. Se cae al suelo mi alma rota en pedazos.
Eso por un lado, por otro, fíjate en la mirada de un niño al escuchar tales palabras, unos ojos apunto de romperse en cristales, expresando la tristeza al sentir una parte de lo que sienten quienes le criaron.
Pero aun así, no se rinden, los padres piden solidaridad en forma de dinero o alimentos, en el Cercanías o en la puerta de un supermercado, trayendo para sus hijos algo para darles de comer, porque a ellos, no les importa pasar hambre.
Casi sin fuerzas, el amor hacia alguien querido te da siempre un plus de energía, por lo que buscan medios materiales como cartones o mantas para combatir el frío, y, si tienen suerte algún colchón, todo ello para sentirse un poco mejor dentro de la cruel situación. Su lucha diaria a veces les da que pensar, preguntándose si merecen estar así, si algún día podrán volver a la normalidad…Incluso, puede llegar a sentirse inútiles y fracasados en esta vida, pero para mi son héroes.
Os aseguro que muchas personas jamás creerían verse en una situación así, en una situación en la que cuestión de tiempo, tu vida da un vuelco inimaginable, y es que, el problema del futuro es que ya no es lo que era, “Todo por nada”.

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